El pasado 16 de julio de 2024, como comunidad Salesiana nos reunimos con un  gran fervor y devoción en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen para celebrar la Fiesta Patronal de la Virgen del Carmen. Una fiesta llena de momentos de fe y reflexión, permitiendo a los fieles renovar su devoción hacia una figura maternal que ha protegido y guiado a innumerables creyentes a lo largo de los siglos.

La advocación de Nuestra Señora del Carmen tiene sus raíces en el Monte Carmelo, Israel, lugar donde según la tradición judeo-cristiana vivió el profeta Elías. Fue el 16 de julio de 1251 cuando la imagen de la Virgen del Carmen se le apareció al superior general de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas), San Simón Stock. En esta aparición, la Virgen entregó un escapulario, prometiendo librar del castigo eterno a quienes lo llevasen. Desde entonces, la devoción a la Virgen del Carmen se extendió por toda Europa y llegó a América en el siglo XVI, convirtiéndose en una tradición profundamente arraigada en la fe católica.

Durante la Fiesta Patronal, el Santuario de Nuestra Señora del Carmen se llenó de fieles que participaron en diversas actividades litúrgicas y devocionales. La jornada incluyó misas solemnes, momentos de confesión e intimidad con Dios, bendiciones para todos los fieles y momentos de adoración. La atmósfera estuvo impregnada de una profunda espiritualidad y de un sentido de comunidad y fraternidad.

Como Familia Salesiana, reconocemos el inmenso valor de la Virgen del Carmen y su constante protección. Su amor y guía nos han acompañado siempre, y esta celebración fue una oportunidad para recordar a nuestra adorada Madre y pedir por todos nosotros y por nuestra misión como Salesianos. Seamos devotos de ella, pidamos por su amparo, y roguemos que interceda por nosotros ante Jesús.